jueves, 4 de diciembre de 2008

PESCADORES DE HOMBRES






PESCADORES
Mateo 4:19 Y Jesús les dijo: Venid en pos de mi y os haré pescadores[1] de hombres.

El Término cristiano designa a uno que “sigue a Cristo”. Se dice que al menos siete de los doce discípulos eran pescadores. Jesús les dijo : Venid en pos de mi o “sígueme” y te va a pasar algo. Te voy a convertir en un pescador, pero no de peces, sino de personas.
Jesús habló conforme al medio en que se desenvolvían los que serían sus discípulos, esto hacía que fuera mejor comprendido.
Quizá a un minero le diría : Te haré minero, pero no para que saques riquezas de la tierra, sino de los corazones de los hombres.
A un agricultor: Te haré agricultor, pero no para que cultives la tierra, sino para que cultives la vida de los hombres con la Palabra de Dios.
Etc.


Podemos predicar, podemos enseñar, podemos administrar, podemos repartir, podemos ser generosos, podemos aconsejar, podemos hablar lenguas, podemos interpretarlas, podemos hablar con sabiduría. Todo esto ha de ser herramientas puestas a los pies de Jesús, para alcanzar la meta de ganar almas.
Pro 11:30 El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana[2] almas es sabio.
Jesús dijo en la Gran Comisión
Mar 16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
Mat 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos2 a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

El pescador de hombres se valdrá de herramientas
La Red: Es un instrumento tejido, hecho de cuerdas cuya función es trabar o enredar, en este caso, peces.
Este concepto, de enredar, enganchar, nos da como una idea de engaño, algo que nos atrae, que nos seduce y nos obliga a ir donde no queríamos.
Hay quienes predican el evangelio tendiendo redes de engaño: haciendo promesas que Dios no hizo o liberando a los creyentes de doctrinas fundamentales de la fe cristiana. Todo esto con el fin de atraer al mayor número posible, llenando templos o salones a fin de hacerse conocidos por su número. Creo que el evangelio debe ser predicado y debe ser enseñado a la mayor cantidad de personas posibles, y que puede ser presentado de muchas formas, pero hay cosas que la iglesia no debe transar.
Es casi inevitable referirse a las escrituras y no citar a Pablo. Él dijo a los corintios: 1Co
1:22-23 Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; 23 pero
nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente
tropezadero, y para los gentiles locura;

¿Cuál ha de ser la Red entonces?
¿Predicaremos sobre la hermosura de nuestros templos? ¿los milagros y la sabiduría
que hay en nuestras congregaciones? Aun cuando todo esto es obra de Dios, hay una
obra que Dios quiere que se conozca por sobre todas las demás, esta es la piedra angular:
Jesucristo mismo y la obra de amor que hizo por nosotros al morir en la Cruz.
Jesucristo es el tema central de la Biblia, toda ella se refiere a Jesús. La red de Cristo no es
engaño, promesas falsas, ni promesas que no satisfarán la necesidad de la persona que
debemos atraer. La iglesia debe estar convencida que el mundo necesita a Cristo y
nada más que Cristo. Una vez que tenemos a Cristo lo tenemos todo.
La red consiste en la Palabra de Dios, que no es solamente la palabra hablada, y la palabra escrita, sino también la palabra puesta en acción. Esta es la red completa, si falta algo, es como si la red tuviera hoyos: vamos a atrapar peces por un lado, y saldrán por otro.
Porque muchas personas entran al templo, algunos se hacen miembros, y otros hasta son obreros activos, pero un día salen por un hoyo de la red: quizás, el mal testimonio de algunos miembros de la iglesia, quizás la falta de sabiduría, quizás la escasez de Palabra de Dios, quizás la carencia de amor, o la falta de paciencia para con los débiles.

CONCLUSION

El Pescador de hombres es aquel que ha sido formado a la imagen de Cristo.
El pescador de hombres debe llevar las almas a los pies de Jesús, y hacer que el mundo siga a Cristo, y no a él.
Para eso, el mismo pescador debe considerarse totalmente atrapado por Cristo Jesús. La imagen de Cristo se refleja en el pescador, en cuanto la personalidad de Cristo impregna cada día la personalidad del pescador.
Recordemos que Cristo hará de nosotros pescadores de hombres.
Seremos verdaderos pescadores de hombres si somos verdaderos discípulos de Cristo.


[1] ἁλιεύς jalieús; de G251; marinero (como trabajando en agua salada), i.e. (por impl.) pescador:-pescador.
Por : Fernando García O.

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